Un Futuro Protegiendo Vidas de la Pandemia: El papel de la Iniciativa de JICA para la Salud y la Medicina Global

Ya pasaron dos años y medio desde que el COVID-19 comenzó a ser una amenaza a la salud de la población mundial. Para contener las pandemias mundiales y prepararse para otras nuevas, es esencial actuar a nivel nacional e internacional, sobre todo en los países en desarrollo con sistemas sanitarios débiles. JICA lanzó su Iniciativa para la Salud y la Medicina Global en julio de 2020, con el objetivo de establecer sistemas de salud resilientes en todo el mundo que permitan prevenir la propagación global de enfermedades infecciosas y proveer diagnósticos y tratamientos cuando de hecho sobrevenga la pandemia.

La pandemia mundial de COVID-19 comenzó en el primer semestre de 2020. En ese momento, poco se conocía del virus y no había vacunas ni tratamiento. Se temía una propagación explosiva de la infección, sobre todo en los países en desarrollo con sistemas sanitarios débiles.

JICA no tardó en prestar ayuda de emergencia en estos países. Algunas de sus actividades consistieron en reforzar los sistemas de prevención y análisis de infecciones y establecer hospitales que pudieran recibir a pacientes graves. Lanzó la Iniciativa para la Salud y la Medicina Global con el fin de proteger la salud de la población y crear sistemas sanitarios más resilientes para hacer frente a enfermedades infecciosas.

La iniciativa se fundamenta en tres pilares.

A medida que continuaba la lucha contra la COVID-19, JICA también promovía iniciativas adaptadas a las necesidades de cada país. Se acondicionaron hospitales para mejorar los servicios de salud de unos 200 millones de personas en 22 países, y se proveyeron materiales y equipos necesarios para combatir enfermedades infecciosas en 64 países.

Los sistemas de tratamiento existentes en los países en desarrollo no tenían la capacidad para hacer frente al creciente número de pacientes en estado crítico por causa de la pandemia de COVID-19. Faltaban conocimientos y tecnología, así como instalaciones y equipos, y salas de aislamiento. JICA contactó a médicos y enfermeras locales con especialistas en cuidados intensivos de Japón a través de un sistema de comunicación, y brindó capacitación, asesoramiento y guía online a más de 2.500 miembros del personal médico de 11 países.

Ghana se benefició de esta sostenida cooperación de Japón en el sector de la salud y de estas medidas expeditivas y de largo plazo contra el COVID-19.

El Instituto Conmemorativo Noguchi de Investigación Médica, conocido como "Noguchi", se creó en 1979 con la cooperación de Japón. Realizó el 80% de los PCR en Ghana entre marzo y junio de 2020, cuando la pandemia empezó a propagarse en todo el mundo. En 2018, el Instituto también creó el Centro de Investigación Avanzada de Enfermedades Infecciosas, para trabajar en medidas de contención temprana de estas enfermedades. La investigación y la capacitación del personal médico en estos años permitieron a Noguchi empezar a desarrollar inmediatamente un sistema de pruebas y otras medidas en el caótico periodo inmediato posterior al brote de COVID-19.

La Sra. Ozawa Maki, quien fuera miembro del staff de la Oficina de JICA en Ghana, y actualmente se desempeña en el Departamento de Desarrollo Humano de JICA, tuvo que luchar al principio de la pandemia, junto con otros funcionarios locales. "A menudo oía decir a los funcionarios del área de salud que no sabían cómo habría sido la respuesta de Ghana a la COVID-19 si no hubiera sido por el Centro de Investigación Avanzada de Enfermedades Infecciosas", afirma. "Nuestra preparación diaria para crisis sanitarias, como la propagación de enfermedades infecciosas potencialmente mortales, nos ayudó a responder a esta emergencia".

Noguchi fue perfeccionando el sistema de ensayos de PCR en Ghana, que ahora cuenta con más de 20 laboratorios de ensayos. También está asistiendo en la capacitación de técnicos de laboratorio en los países vecinos de África Occidental, de modo que el know-how de Noguchi está ayudando a crear un sistema regional de preparación para crisis sanitarias.

En la lucha contra el COVID-19 de 2020 a 2021, Japón ocupó el segundo lugar después de Alemania en materia de cooperación prestada por parte de los países miembros de la OCDE a países en desarrollo. JICA respaldó las medidas que adoptaron los países en desarrollo fundamentándose en los tres pilares de su Iniciativa para la Salud y la Medicina Global: tratamiento, precaución y prevención. Esto incluyó ayuda de emergencia inmediata en cuanto empezó la pandemia.

El Dr. Sugishita Tomohiko es profesor visitante en la Universidad de Medicina de la Mujer de Tokio. Como especialista en cooperación internacional en JICA, fue Asesor Senior en materia de salud en más de 30 países. Lleva mucho tiempo cooperando con países en desarrollo, prestando apoyo técnico a proyectos de JICA en el área de salud y difundiendo buenas prácticas de campo tanto a nivel nacional como mundial.

"JICA prestó muchísima asistencia durante la pandemia de COVID-19", afirma el Dr. Tomohiko. "Esto incluye apoyo en emergencia, suministros inmediatos de equipos y materiales al iniciarse el brote, y también asistencia a distancia en atención médica avanzada y capacitación de profesionales médicos. También incluyó actividades educativas sobre prevención en la comunidad, como el lavado de manos". La Iniciativa de JICA para la Salud y la Medicina Global juega un importante papel, ya que presta asistencia adaptada a la medida a cada país basándose en la información local del día a día".

El Dr. Sugishita habló del mundo post-COVID-19. "Un funcionario de salud de Uganda me dijo que el mayor desafío que planteó el COVID-19 fue la falta de financiación y de recursos humanos", afirmó. "Pero esto ya era un problema antes de la pandemia. El COVID-19 sólo puso de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas de salud deficientes de los países en desarrollo. Para hacer frente a las emergencias de salud pública, necesitamos reforzar los sistemas sanitarios básicos en tiempos normales".

Se necesita apoyo integral no sólo para prestar servicios de salud adecuados, sino para garantizar el acceso al agua potable y mejorar las condiciones de vida en términos de saneamiento e higiene. El Dr. Sugishita señala que el apoyo destinado a mantener condiciones y normas esenciales es mucho más eficaz que el que responde a una situación crítica como la pandemia.

En la actualidad, se está debatiendo sobre la posibilidad de implementar a nivel global sistemas sanitarios que puedan cooperar en la preparación y respuesta a futuras pandemias mundiales. JICA seguirá promoviendo su Iniciativa para la Salud y la Medicina Global en cooperación con actores clave de Japón y del exterior para crear una sociedad resiliente que pueda proteger la salud de la población mundial.