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Becas para Nikkei (descendientes de inmigrantes japoneses)

Cursos de capacitación para la próxima generación Nikkei (日系社会次世代育成研修)

JICA invita a Japón a los alumnos de ascendencia japonesa de las escuelas de japonés, operadas por organizaciones relacionadas con las comunidades japonesas en los países de América Latina. A través de la asistencia a las clases en las secundarias públicas, home stay, prácticas y visitas en Japón, se les ofrece la oportunidad para que los alumnos participantes puedan profundizar su entendimiento sobre el idioma, la cultura y la sociedad japonesa.

La edición 2014 se llevó a cabo del 18 de junio al 16 de julio del 2014 en JICA Yokohama, con la participación de 13 alumnos de 4 países: Canadá, México, la República Dominicana y Colombia.

Edición 2014 – testimonios de los participantes de México –

Este viaje que gracias a JICA tuve oportunidad de hacer, ha sido una de las mejores experiencias en mi vida

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Primero me sorprendió mucho poder ir a este "kenshu" (curso de capacitación), ya que era la primera vez que viajaba sin mi familia. Al llegar a JICA de Yokohama vi que era un lugar muy seguro y lleno de diferentes personas con diferentes nacionalidades. Este viaje me enseñó y me ayudó mucho porque ahí aprendí a vivir, no por mi cuenta ya que estaba con mis demás compañeros, pero sí de manera responsable, porque tenía que respetar horarios, a cuidar de mí y de los demás, a ser abierta y flexible ante todas las situaciones y a valorar lo que normalmente tengo a mi alrededor.

Lo que mi grupo de 13 nikkeis aprendió fue una gran variedad de cosas que estoy feliz de saber, como por ejemplo; cuándo empezó la migración japonesa hacia el extranjero, lo que importó Japón al mundo y el mundo a Japón, cómo es estudiar como un alumno de secundaria japonés, cómo es vivir un fin de semana normal en Japón con una familia japonesa, los valores que son importantes en la vida como el compañerismo, el respeto, la tolerancia, etc. También aprendimos sobre la historia japonesa, que es algo de lo que la mayoría no sabía viviendo en un país diferente, lo que es tradicional, como es un "omatsuri" (fiestas tradicionales) y más cosas que para aprenderlas hicimos actividades divertidas que nos ayudaron a unirnos como grupo.

No voy a desmentir el hecho de que en nuestro grupo hubo varios conflictos, pero entre todos pudimos sobrepasar nuestras diferencias y nos unimos más aun uno con el otro, todos éramos amigos de todos. Eso fue lo que hizo que nuestra despedida fuera aún más difícil, ya que todos habían encontrado por lo menos un amigo.

Aunque los primeros días que pasamos juntos eran incómodos porque no nos conocíamos bien, yo encontré muchos amigos que sé que algún día volveré a ver. Nuestros últimos días en JICA fueron melancólicos, ya que nadie quería despedirse de sus nuevos amigos, hicimos todo lo que pudimos durante el mes que estuvimos allá, incluyendo cosas que jamás voy a olvidar. Agradezco a JICA por dejarme vivir una experiencia inolvidable en donde encontré a personas increíbles, gracias a los maestros por apoyarnos y gracias a los 12 nikkeis que me acompañaron en este kenshu. (Dana)

Durante este viaje en Japón pude aprender más de lo que esperaba y logré socializar con personas de otros países

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Este año logré que JICA me pudiera otorgar una beca para poder irme a estudiar a Japón. Para poder aprender más sobre la cultura, las normas y la forma en la que se vive allá.

Cuando supe que me dieron la beca estaba muy feliz y emocionado pero al mismo tiempo nervioso y con miedo ya que no conocía a nadie.

El viaje hasta Japón fue muy agotador, pero con la emoción que llevaba no logré dormirme en el avión. Pero pude aprenderme los nombres de los becados de la República Dominicana y Colombia y poder conocer la vida de los becados de México ya que ellos iban sentados conmigo.

Llegando a JICA Yokohama, pude conocer a los becados de Canadá, y también más a fondo a los otros becados de la República Dominicana y Colombia. Para mi socializar fue lo más importante ya que íbamos a estar un mes juntos conviviendo y hubiera sido muy difícil para mí estar solo en la ciudad y en los trabajos.

Durante este viaje en Japón pude aprender más de lo que esperaba como la cultura de Japón, la historia de nuestros antepasados, y las tradiciones pero también pude aprender de las culturas de otros países.

Con este viaje logré socializar con personas de otros países lo que me costó trabajo ya que para poderme comunicarme con ellos necesitaba hablar a la perfección el japonés, pero también yo estoy orgulloso porque a pesar de poder cumplir mis metas pude fijar diferentes metas que pueden ser más favorables para mi futuro.

Kagaku (ciencias) fue una de las clases que más me gustó ya que a mí me interesa mucho la robótica. Ahí usamos robots LEGO y los programamos para poder cumplir unos cuantos retos en la pista. Casi todas las personas pudieron cumplir con los retos.

Nougyou Taiken (experiencia agrícola) fue otra de las clases que más me gustó. Ahí hicimos varias cosas: Plantar en el tambo (arrozal), Mochitsuki (preparación de "mochi" - pastelito de arroz tradicional -) y aprender algunos juegos tradicionales. Plantar en el tambo fue algo que nunca había hecho en mi vida, y supe que estar plantando no es muy difícil. El Mochitsuki también fue la primera vez pero para serlo creo que nos quedó muy rico.

En el Homestay, yo me fui con la familia del profesor Kumazawa Yoshinori ya que la familia con la que iba ir no pudieron. Pero estar conviviendo con un profesor me gustó mucho porque en la manera de poder expresarme se me facilitó. Él me llevó a Tanabata Matsuri (festividad de las estrellas) y a Kamakura. Como yo soy fanático de los platillos en especial japoneses, comí varios tipos de platillos en el Tanabata Matsuri. Y en Kamakura pude probar el Zarusoba (fideos fríos) con tempura (frituras) que tiene mucha diferencia en el sabor y textura que aquí.

Me gustó mucho también la ida a la escuela por 4 días. A mí me toco ir a "Nakaodai Chugakkou" con dos compañeras de la República Dominicana y una compañera de Canadá. A nosotros nos tocó convivir con los alumnos de tercer grado de secundaria. Yo estaba en el cuarto grupo con los alumnos más chicos de la generación y con la asesora Kyoko Miura Sensei. Lo que me gustó mucho fue que siempre todos los jóvenes de tercer grado estaban alegres y eran muy divertidos. Los jóvenes no eran como lo había pensado. Conviviendo con jóvenes de mi edad me hacía sentir que pertenecía a un grupo ya que logré expresarme muy bien y también logré hacer muchos amigos.

El último día de escuela en la secundaria nos hicieron una despedida pero esa despedida la sentí muy especial porque no fue una fiesta sino fue una clase de la cultura japonesa donde ellos explicaban, veíamos como se hacía y nosotros lo hacíamos. Hicimos varias cosas: Kendama (balero japonés), Taiko (tambores), Origami (papiroflexia) y Shuuzi (caligrafía).

Pero lo que más me gustó fue el Kenshuu Ryokou (viaje de estudio) porque pude visitar lugares donde nunca en mi vida había ido. Fuimos a Osaka, Nara y Kobe.

En Osaka fuimos al Osakajyou (castillo de Osaka), al NHK Tower y al Museo del Terremoto en Kansai. En el Osakajyou nos dieron un tour donde un guía nos explicaba toda la historia del Osakajyou. En NHK Tower fuimos a ver cómo son las instalaciones y cómo se hacen los programas de televisión. Y en el Museo del Terremoto en Kansai nos explicaron todo lo que pasó antes y después del terremoto e hicimos experimentos.

En Nara fuimos a la fábrica de dulces antiguos de Japón y a ver los templos más representativos de Japón. En la fábrica de dulces pudimos observar el proceso que se necesita para poder crear cada tipo de dulce, también nos dieron probar recién hechos. Fuimos a ver el Toudaiji donde dentro del templo hay un Buda gigantesco, me impresionó mucho ya que supe que su dedo menique mide 167 cm de altura lo que es igual a mi estatura. También me dio gusto de poder alimentar los renos que están afuera de ese templo.

Y al final en Kobe fuimos al Museo de la Migración en donde pudimos aprender la forma en la que nuestros antepasados pudieron lograr llegar hasta Japón o viceversa.

A lo largo de este viaje pude darme cuenta que a pesar de todas las peleas, risas y lágrimas logré hacer muy buenos amigos y también gracias a ellos poder cumplir las metas que me fijé para este mes en Japón.

Es tanto lo que le quiero agradecerle a JICA por darme la oportunidad de poder vivir esta experiencia, poder formar nuevas amistades y relaciones, estudiar de la cultura y las tradiciones en Japón que con mis palabras no puedo.

Quiero darles las gracias a todos los de JICA Yokohama que se estuvieron encargando de nuestra comida, y aseo en los cuartos, también a todos los maestros que nos estuvieron cuidando, ayudando y enseñando en este viaje. (Naohiro)

Este verano JICA me dio la oportunidad de ir a Japón

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Cuando me enteré de esta beca realmente no sabía de lo que se trataba. El proceso de selección no me puso tan nerviosa como cuando me dijeron que había sido aceptada. Siempre había querido ir a Japón pero en ese momento tenía sentimientos encontrados; no quería ir porque era un mes, sola, al otro lado del mundo y sin conocer a nadie más pero iba a volver a ver a mis tíos y primos que apenas conocía.

Llegando al aeropuerto de México conocí a mis demás compañeros de México y a mis compañeras de Colombia y de la República Dominicana. El vuelo fue muy largo y cansado pero así nos dio tiempo de conocernos mejor.

Llegamos a JICA Yokohama muy temprano en la mañana, comimos y nos presentaron a los maestros y personal de JICA que se iba a hacer cargo de nosotros asignándonos también nuestros cuartos.

Las clases dentro de JICA fueran todas muy interesantes, tuvimos clases de matemáticas con SOROBAN (ábacos), de historia y cultura de Japón y de cómo los japoneses migraron a América. Mi favorita fue la clase en la que hicimos unos "ojashi" (palillos) de bambú y un "uchiwa" (abanico al estilo japonés).

Nos llevaron a muchos museos sobre la migración japonesa a América, al principio yo pensaba que iban a estar muy aburridos pero fueron muy interesantes y al final me quedé con más ganas de saber cómo mis abuelitos llegaron a México.

También tuvimos la oportunidad de ir una semana a una secundaria japonesa. Al principio me puse muy nerviosa porque me sentí muy observada pero al final acabé con muy buenas amigas. Las clases y el ambiente son muy parecidos a los que tenemos aquí en México pero el orden, la limpieza y la organización que tienen es algo que creo debemos aprender y practicar un poco más.

Después nos llevaron de viaje a Kobe, Nara y Osaka. Mi lugar favorito fue "Toudaiji" en Nara, donde está el Buda más grande dentro de un templo y donde hay muchos venados a los que les podías dar de comer, me divertí mucho.

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Los fines de semana los teníamos libres y así pude pasar tiempo con mis tíos. Ellos me llevaron a muchos lugares como el "Skytree" en Tokyo, "Lalaport" que es un centro comercial muy grande y al museo de Edo-Tokyo donde muestran principalmente cómo era la vida en el Japón antiguo, el transporte, la vestimenta, los mercados, etc. Además, me llevaron a comer muchísimas cosas muy ricas.

Un fin de semana estuvimos en homestay en casa de una familia japonesa. No saber cómo era la familia me ponía muy nerviosa pero me la pasé muy bien. Agradezco mucho todas las atenciones que tuvo la familia por hacer mi breve estancia muy placentera.

Puedo decir que este verano fue muy especial e inolvidable porque conocí Japón sola. Fue muy diferente a viajar en familia. Aprendí mucho más sobre la cultura japonesa y sus costumbres, sobre mis raíces y me di cuenta que es un privilegio ser nikkei y tener una formación bicultural.

Estoy muy agradecida con JICA por haberme dado esta oportunidad, con la sensei (profesora) que nos acompañó por siempre estarnos cuidando y con todos los maestros y personal que hicieron todo lo posible para que nuestra estancia fuera maravillosa.

Muchas gracias!!!! (Hana)

A decir verdad, esta experiencia me cambió mi perspectiva

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A decir verdad, esta experiencia me cambió mi perspectiva, sobre quién soy, de dónde vengo y a dónde voy, es algo que no creo poder repetir.

Honestamente, tenía ciertas ideas sobre este viaje, que honestamente eran erróneas, pero no importa, porque fue mucho mejor. Anteriormente (hace ya alrededor de 10 años) mi hermana quien es 14 años mayor que yo atendió a la misma convocatoria y logró el cometido de ser seleccionada, así que naturalmente le pedí ayuda, me contó sobre qué es lo que hizo ella:

"Trata de acoplarte, haz todo lo que puedas, COME todo lo que puedas, habla con gente cada vez que tengas oportunidad, haz cosas nuevas, haz tus tareas y sin embargo, diviértete"

Al encontrarme con el resto de los becarios, sentí una emoción que no creo poder describir, sin embargo, no creí poder llegar a quererlos como terminé haciéndolo, vivimos tantas cosas juntos, aunque hubo muchas peleas, creo que eso es lo que a final de cuentas nos hizo más cercanos, como una familia.

Hubo muchas cosas que me sorprendieron, en México somos bastante alegres, al punto de casi ser ruidosos, sin embargo, en Japón existe (o percibí) la idea de que una imagen discreta es la mejor opción.

Mientras más conocía sobre las costumbres y tradiciones, más quería conocer, cada vez que conocía un lugar nuevo, más quería adentrarme en él, especialmente en Osaka y Tokyo, cada vuelta a la esquina se abría un paisaje diferente y sin embargo tan parecido, era como explorar un nuevo mundo, aquel que aunque la modernidad había tomado, no perdía su esencia de respeto por el pasado y lo tradicional, mientras que uno puede ver el avance de la tecnología sobre la ciudad en cafeterías y centros arcade, también puedes visitar "teras" y " jynyas" (templo budista y santuarios sintoístas).

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Y finalmente, como amante de la cocina y gastronomía, no puedo cerrar este recuento de experiencias sin mencionar la variedad de sabores y platillos que tuve la oportunidad de probar, desde el famoso kaiten sushi (sushi giratorio) hasta comer ramen en tokyo y realizar el "mochitdsuki", todo tiene su encanto, en sabor y en cultura.

Después de un mes, de peleas, risas, experiencias, abrazos y finalmente lágrimas de felicidad, solo me gustaría agradecer a JICA y a todos los que me apoyaron por esta oportunidad de una sola vez en la vida, realmente una cuartilla no me basta para expresar lo que conocí.

DOUMO ARIGATOU GOZAIMASU!! (Takao)

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