El Sr. Kulykivskyi (primera fila, 2^o de la izquierda), el Presidente Tanaka (primera fila, centro) y el Profesor Sato de la Universidad de Tohoku, inventor del detector de minas ALIS (primera fila, 2^o de la derecha).

El 23 de enero pasado, el Presidente de JICA, Akihiko Tanaka, intercambió opiniones con el Sr. Stanislav Kulykivskyi, Jefe de la División de Asistencia Técnica Internacional del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania (SESU), y ocho desminadores del SESU en la sede de JICA.

En primer lugar, el Presidente Tanaka expresó sus condolencias a las víctimas del accidente de helicóptero del 18 de enero en Brovary, entre las que se encontraba el Honorable Ministro del Interior, Sr. Monastyrsky. A continuación, rindió homenaje a todos los desminadores de la SESU, que se arriesgan cada día para proteger la vida y la seguridad del pueblo ucraniano, y expresó la voluntad de JICA de asistir cuanto antes en el desarrollo de capacidades de la SESU para la acción humanitaria contra las minas. También señaló que la invasión rusa a Ucrania es una clara violación del derecho internacional y un desafío al orden internacional, y que las actividades de SESU contribuyen no sólo a la seguridad de las personas, sino también a la protección de este orden. Afirmó además que la participación de SESU en un programa de capacitación sobre ALIS (Advanced Landmine Imaging System) en el Cambodia Mine Action Centre (CMAC) del 16 al 20 de enero fue también significativa en términos de movilización de la cooperación y el apoyo asiático a Ucrania.

En respuesta, Kulykivskyi explicó que aproximadamente el 30% de la superficie terrestre de Ucrania (174.000 kilómetros cuadrados) está contaminada con minas terrestres y artefactos sin estallar, y que el desminado humanitario es esencial para la seguridad de la población y una condición para la recuperación y reconstrucción de Ucrania. También subrayó la importancia de este tipo de acciones a escala internacional, afirmando que la contaminación de las tierras de cultivo que ha restringido la producción y las exportaciones de granos de Ucrania también provocó una crisis alimentaria mundial. Expresó su gratitud al gobierno japonés, a su pueblo y a JICA, así como sus expectativas de una cooperación más profunda en el futuro.