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Informe de Proyecto

2010-06-10

"Las Experiencias del Día del Censo Nacional" – Una composición triparte

El 16 de mayo de 2010 (domingo) fue el día del censo nacional de Panamá que se lleva a cabo cada diez años. Desde antes, por los medios de comunicación se había difundido ampliamente la nota oficial que: "en el día del censo, está prohibido salir de casa hasta que pase el empadronador". La JICA y la embajada del Japón también nos enviaron el mismo aviso informándonos que aún los extranjeros como nosotros tenemos que ser empadronados.

A continuación compartimos "el día del censo" de cada experto:

[El Caso de Sr. Mizoguchi]

Foto(Foto 1) El salvoconducto de empadronado.

Había notificaciones tales como: "el encuestador viene entre 7:00 de la mañana y 7:00 de la noche", "no se puede salir ni tomar alcohol hasta que llegue", "una vez terminado el censo se entregará un salvoconducto que se tiene que llevar para salir ese día". Me preocupaba tanto de qué haría si el encuestador viniera a las 7:00 am que no pude dormir bien y desperté a las 5:00 de la mañana. Aproveché el paseo de la mañana para hacer compras en el súper de 24 horas cerca del hotel. El súper tiene más de 10 cajas registradoras pero solamente había una cajera y la cola era tan larga que me tomó 30 minutos para llegar a ella. Pensé que por fin podría comprar la salsa de tomate, pasta y jugo, cuando de repente se cayó el sistema de la registradora. Dijo que el sistema se recuperaría en 15 minutos, pero aún después de 20 minutos no recobró vida, hasta que los detrás de mí me abuchearon diciendo, "¿qué está comprando el chino?" (En Panamá hay la costumbre de llamar "chino" a los asiáticos.) Me preocupaba poquito pensando, "¿qué haría si comenzara el censo mientras estoy aquí en el súper?" Pero la cajera era muy simpática y me trataba tan amablemente que me entusiasmé a hablar con ella, repentinamente el sistema se recuperó. Ya habían pasado las 6:00 de la mañana cuando regresé al hotel, murmurando "quisiera hablar un poquito más con ella..." A las 7:10 llegó la empadronadora. Me arremangué animado para el trabajo, pero se terminó todo en 5 minutos. Fueron sencillas las preguntas que dirigían a los extranjeros que habitan los hoteles. La joven de la recepción me dijo, "es el récord del censo más corto," y chocamos los cinco. Tomé una foto conmemorativa con la empadronadora y me retiré a mi habitación. El censo había terminado muy temprano para mí, pero al final no salí más ese día; con el lavado de ropa, limpieza, trabajo de computadora y lectura el tiempo pasó sin darme cuenta. Por toda la anticipación que yo tenía, al fin fue un domingo casi igual que cualquier otro. Por lo menos debería haber salido con el salvoconducto para ver cuantas veces me lo pedirían.

(Sr. Kotaro MIZOGUCHI, Coordinador)

[El caso de Ing. Mori]

Foto(Foto 2) Fui empadronado en el "lobby" del hotel. Parece que a los extranjeros en los hoteles los atendieron empadronadores que hablan inglés.

Tuve un interés especial por el censo nacional de esta vez. Esto se debe a que hace 8 años, en 2002, tuve la experiencia de ser un empadronador del censo nacional de Chile donde estuve trabajando como voluntario de JICA.

Igual que en Panamá, se usa el mismo método de censo en Chile. Es un método forzoso de: "en un cierto día, movilizaremos oleadas de encuestadores para contar a todas las personas dentro del territorio nacional". Estuve asignado a una alcaldía rural de Chile y ese día, conjuntamente con mis compañeros, me enseñaron los rudimentos de la encuesta y salí en bicicleta para empadronar unas 20 casas. Mientras se avanza con las preguntas del censo, se llega a conocer claramente las circunstancias de la familia, las cuales no se ven en la vida diaria. Pero como el encuestador está obligado a manternerlo confidencial no corren los chismes por el pueblo. Cada familia que visité estaba llena de curiosidad al ver un encuestador japonés y me ofrecieron té o comida y las parejas ancianas que vivían solas me contaron sus historias del pasado, tomó tanto tiempo que el sol se había puesto hacía mucho cuando por fin regresé a la alcaldía.

Por esa experiencia calculé que este censo iba a tomar por lo menos una hora, pero igual que al Sr. Mizoguchi, terminó en pocos minutos, me dejó un sentido anticlimático. Solamente preguntó mi nombre, nacionalidad, fecha de nacimiento, dirección, estado civil y lugar de nacimiento. La pregunta final fue, "¿Dónde estaba su madre cuándo usted nació?" Recordé que hice la misma pregunta en Chile, y al contestar, "en el hospital" tuve que reirme pensando que debe haber muchas otras personas que contestaron igual. Por su puesto, la respuesta que se busca es la dirección donde vivía su madre al momento de su nacimiento.

(Ing. Taku MORI, Plan de uso de finca / Educación ambiental)

[El caso de Ing. Sakai]

Foto(Foto 3) El empadronador que vino a mi apartamento. Tiene el carné y uniforme (suéter) que indican que es empadronador. La hoja larga es el cuestionario del censo.

"Como no puedo salir hoy, va a ser un día de trabajo para mí," así lo determiné encerrándome en el apartamento y comencé a trabajar en la computadora desde la mañana. Pronto recibo un correo electrónico del Sr. Mori que vive en un hotel diciendo que: "terminé con el censo pocos minutos después de las 7:00 a.m." Pero en mi apartamento no hay nada que señale la llegada del empadronador. Se acerca la hora de almuerzo, pero a pensar: "¿qué hago si viene mientras cocino el spaghetti?" se me quita el ánimo de cocinar.

El asistente del Proyecto, Sr. Ayerza (actualmente estudiante universitario), debe estar trabajando hoy como empadronador porque lo cogió como empleo temporal. "Dice que le pagarán B/.40 la jornada por censar 12 lugares (12 casas). Si toma 1 hora por casa sería 12 horas para terminarlas todas. Supongamos que haya 5 personas por casa, entonces él va a censar a 60 personas. Tomando esto como promedio, la población de Panamá era aproximadamente 3 millones de personas en el censo de 2000, entonces debe haber unos 50,000 empadronadores y el costo sería cerca de 2 millones de Balboas. Se dice que los grandes buques de contenedores que transitan el Canal pagan B/.200, 000 en peaje, aproximadamente. Hmm...quiere decir que 10 buques de contenedores pagarían el costo del censo..." El cansancio del trabajo está distrayendo mis pensamientos.

A las 5:00 de la tarde suena el timbre muy esperado. "Entre, entre", lo invito cordialmente y de una vez comenzamos con las preguntas (foto 3). Primeramente, la condición de la vivienda: "¿Es propia o alquilada?, ¿Cuánto es el alquiler?, número de cuartos, número de recámaras, ¿Tiene aire acondicionado?, ¿Cuántos?, ¿Cuántos abanicos (de techo) tiene?, ¿Tiene refrigeradora?, ¿Tiene lavadora?, ¿Cuántas computadoras tiene?, ¿Tiene conexión de Internet?" Así continúan las preguntas. En una parte del censo se pregunta sobre la infraestructura básica: agua potable (¿Es de acueducto? ¿La tiene 24 horas?), servicio sanitario (¿Es de inodoro?), luz (¿Tiene?), combustible para cocinar (¿Gas o electricidad?), etc.

Foto(Foto 4) Certificado de empadronado. Es una calcomanía que se pega a la puerta de la entrada.

Le propongo al empadronador, "Usted tiene que empadronar todo este edificio, ¿verdad?" (Acabó de decirme que soy el 7mo.) "Todos los apartamentos son iguales aquí. ¿Porqué no copia las respuestas de las otras personas para las partes que son iguales?" Pero él es muy serio y contesta: "No, la situación de cada familia es distinta; no se puede hacer esto," y rechaza mi sugerencia. Pero seguro que nadie en este edificio usa agua de pozo o cocina con leña...

Sigue con preguntas personales: comienza con mi nombre, nacionalidad y fecha de nacimiento, seguido por ocupación, ingreso, diploma, etc. Lo que siento interesante es la pregunta de si tengo algún impedimento físico: ¿Puede ver?, ¿Puede oir? ("No escucho bien el español."); ¿Puede hablar? ("Tengo dificultad en hablar español."); ¿Puede mover los dos brazos? ("Sí, mire puedo moverlos," y le muestro.) Los parentesis indican las bromas que le hago con mis contestaciones, pero el empadronador es muy serio y no responde a ninguna.

Así pasan unos 20 minutos con las preguntas y al final me da los certificados de empadronado (uno para llevar cuando salgo y otro para pegar a la puerta) y termina el censo.

(Ing. Isao SAKAI, Jefe Asesor / Desarrollo Rural)

[Epílogo]

Había personas que no fueron empadronadas ese día (porque el empadronador no vino) y se decidió hacer el empadronamiento adicional el miércolos 19 de mayo. Dichas personas tuvieron que ausentarse del trabajo y esperar de nuevo en sus casas. Aparentamente la programación del censo, tal como la logística para los empadronadores, tuvo problemas. Según el resultado preliminar, la población de Panamá es aproximadamente de 3.32 millones.

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