Nicaragua, la "tierra de lagos y volcanes", gente laboriosa y alegre, de población mayoritariamente joven estimada en 6.46 millones de habitantes (2019: Banco Mundial)., ocupa la extensión territorial más grande de América Central y el Caribe con 130,373 km2. Sin embargo, es considerada el segundo país más pobre del continente americano en términos de PIB per cápita con US$ 1,904.3 (2019: FMI).
Nicaragua ha sufrido durante su historia varios acontecimientos que han impactado en sus esfuerzos de alcanzar su desarrollo tales como terremotos, huracanes, guerras civiles, y recientemente desde abril de 2018 han tenido lugar disturbios sociopolíticos que han afectado la vida y actividad económica nicaragüense, produciendo un aumento en el desempleo.
JICA ha venido colaborando con el desarrollo socioeconómico de Nicaragua desde los primeros envíos de voluntarios japoneses en el año 1991, firmándose en el año 2001 el Convenio de Cooperación Técnica entre los Gobiernos de Japón y Nicaragua, con lo cual se ampliaron las distintas modalidades de cooperación, contando en la actualidad con las modalidades de Cooperación Técnica (incluyendo envío de expertos, elaboración de planes de desarrollo, implementación de cursos de capacitación en Japón y terceros países a través del Programa de Co-Creación del Conocimiento), Cooperación Financiera No Reembolsable (en forma de donaciones de equipos o infraestructura), Programa de Envío de Voluntarios Japoneses, y Préstamos AOD.
Con el objetivo de reducir la pobreza y las disparidades sociales mediante el crecimiento económico estable, JICA ha definido 4 principales lineamientos de su cooperación en Nicaragua los cuales son:
1. Programa de Desarrollo Urbano del Área Metropolitana de Managua
2. Programa de Desarrollo de la Capacidad Local
3. Programa de Fortalecimiento de Servicios Sociales.
4. Programa de Conservación del Medio Ambiente y Reducción del Riesgo de Desastres.
Tomando como referente la visión global de JICA de "Liderar el mundo con confianza", nuestro trabajo en Nicaragua coloca a las personas y sus aspiraciones en el centro de la cooperación como beneficiarios finales desde un enfoque "de gente a gente", y estamos comprometidos a seguir fortaleciendo los lazos de confianza y hermandad que hemos establecido a lo largo de estos años con el pueblo de Nicaragua.
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