40 ANIVERSARIO DE ENVÍO DE VOLUNTARIOS JICA AL PERÚ

La Oficina de JICA Perú entrevistó a los ex voluntarios por la "Conmemoración de los 40 años de envío de voluntarios JICA en el Perú"

Nombre: WATAYA, Akira
Lugar de actividad: Lima
Contraparte: Federación Deportiva Peruana de Atletismo
Especialidad: Atletismo
Período de actividad: de Julio 1980 a agosto 1982

１. ¿Cuál fue su impresión del Perú?

Recuerdo que cuando llegué al aeropuerto Jorge Chávez procedente de Guatemala, al momento de bajar las escaleras del avión, algo me cayó en la cara. Acto seguido, sentí un olor desagradable en el ambiente. Lo que me había golpeado era tierra endurecida por la llovizna del invierno limeño. Aquella madrugada, la ciudad me pareció sombría y algo deprimente. Al día siguiente, amanecí en la habitación precaria del hotel en el Centro de Lima. Se me había grabado la imagen del camino hasta el hotel. Había poca gente por las calles y la ciudad se veía borrosa; de modo que aún no podía definir cómo era la ciudad. Lo que puedo decir es que la luz tenue bajo la oscuridad, parecía sostener mi corazón cuando me sentía decaído. Al pasear por el Centro, quedé sorprendido al ver que estaba lleno de construcciones occidentales como el Palacio de Gobierno e iglesias. Quedé pasmado al ver a los peruanos de diferentes etnias, sobre todo originarias, transitando por esas calles, dirigiéndose apresuradamente con total normalidad. Esto fue inesperado y fascinante para mí. A raíz de esto me interesaron las costumbres, cultura y geografía del Perú. Las cuales conforme las iba descubriendo, aumentaba más mi fascinación por este país.

Entrenando en el parque

Foto1: El joven Félix Inado llegó de Tacna a Lima, entrenando con dedicación.

２. Cuéntenos sobre las actividades realizadas

Al día siguiente de pasear por el Centro, el 22 de julio de 1980, visité por primera vez la Federación Deportiva Peruana de Atletismo y el IPD. El presidente, Sr. Sánchez, había facilitado un escritorio especialmente para mí, asimismo me mostró la cancha de atletismo. La pista atlética era de arcilla, y en el centro se apreciaba la zona con pasto verde brillante. Sin embargo, esa zona no estaba destinada para realizar pruebas de lanzamiento; es más, estaba prohibido. El deporte rey sudamericano, el fútbol, era el dueño de aquel espacio. Seguramente los que practican en el rincón serían los deportistas de atletismo, pensé. En aquella época, dentro del Perú aún no existían pistas de atletismo sintéticos, que permiten entrenar bajo cualquier clima. El Sr. Sanchez me pidió que volviera el 1 de agosto para iniciar mis actividades y recomendó que descansara y cuidara de mi salud.

Era 25 de julio y miraba televisión en el hotel. Fernando Belaúnde daba su discurso presidencial. Él había llegado al poder ganando las elecciones frente al gobierno militar de Velasco Alvarado. Los transeúntes gritaban por alegría y se mostraban eufóricos por la llegada de un gobierno democrático. En las calles más concurridas se habían instalado muchas tiendas ambulantes. Compré unos churros y los comí. Quedan muy bien con una taza de café. De pronto, presenté un dolor estomacal intenso y diarrea, que duraron por 3 días. Tuve que luchar contra el malestar en la soledad del hotel precario del Centro de Lima.

Ya pasaba el malestar alrededor del 1 de agosto y llegó el primer día de trabajo. Me encontraba orgulloso y entusiasmado. Cuando llegué a la federación me recibió la misma secretaria y me hizo pasar a la oficina del presidente. En aquel lugar ya no se encontraba el Sr. Sanchez, sino otra persona. Sin presentarse, me dijo que tenía que irme ya que no recordaba haberme contratado. Yo no entendía lo que sucedía, por lo que pregunté varias veces e insistí explicando los motivos de mi misión, sin embargo, fue en vano. Así, en mi primer día de labor, me quedé sin contraparte.

3. ¿De qué manera influyó o influye actualmente en usted la experiencia como voluntario JICA en el Perú?

El Perú es un crisol de culturas, ha visto nacer nuevas costumbres y a su vez, ha heredado muchas. También, yace sobre una historia calamitosa. Bajo ese contexto, su gente me ha demostrado valores y su manera de vivir en distintas maneras. Consecuentemente, esto me hizo reflexionar sobre mí mismo. El día de hoy, vivo de manera sencilla y saludable, procurando el ahorro. No busco respuestas; tomo una decisión y actúo. Busco mi paz y tranquilidad sin olvidar la gratitud y vocación de servicio. Paso los días de mi vida deseando vivir de esta manera.

Evento por la graduación

Foto2: Evento por la graduación en la Escuela de formación de Profesores de Educación Física del Instituto Nacional del Deporte, yo soy el del centro con sombrero. Los egresados fueron asignados en puestos de profesores en todo el Perú, contribuyendo en la formación física de los niños.

4. Envíenos un mensaje para los actuales voluntarios en el Perú.

Después de quedarme sin contraparte con quien pudiera trabajar, me puse a pensar qué podía hacer en aquella situación. Decidí simplemente dedicarme a lo que sé hacer mejor. Todos los días iba a la Pista de Atletismo y entrené junto a los atletas. Si me solicitaban consejo, con gusto lo daba. Me mudé a una pensión que quedaba a dos horas a pié. En ese camino se unieron los atletas y me sirvió para aprender español. Pasaron 2 meses y era 6 de octubre. Aquel día, se realizó el Campeonato Nacional de Atletismo. Los jóvenes quienes entrenaron conmigo también participaron. Uno de ellos, el Sr. Ronald Raborg ganó la competencia superando el récord nacional en salto de longitud. Él tuvo la gentileza de declarar ante la prensa escrita: "gracias a las enseñanzas del entrenador japonés Akira WATAYA pude ganar y superar el récord nacional". El día siguiente salió en el diario. Yo no lo sabía. Entonces recibí la llamada de aquel presidente nuevo de la Federación, solicitando que inmediatamente me incorporara a la labor. El día 7 de octubre asumí la labor como entrenador oficial de la Federación. Así, recuperé a mi contraparte.

Si se mantiene el orgullo y cariño por la profesión, cuida de ella, continúa en mejorar, y si además puede dar sus conocimientos para las personas que lo necesitan, si se tiene esa vocación de servicio y proactividad, las cosas en la vida se pueden resolver. Eso fue lo que yo pude comprobar.

Después del entrenamiento en el Estadio Nacional

Foto3: Junto a los jóvenes atletas a quienes conocí al llegar a Lima y con quienes entrenaba.
(Yo soy el segundo de derecha a izquierda, y mi benefactor Ronald Raborg ; el tercero).

5. Finalmente, envíenos un mensaje para el pueblo peruano.

Definitivamente, lo que dio la base para poder llevar a cabo los 10 años de actividades en el Perú, ha sido las actividades a través del Programa de Voluntarios JICA.

Si bien inicié mis actividades oficiales 2 meses después de lo planeado, apenas asumí, pude viajar mucho por las diferentes regiones del Perú. En total visité 11 lugares. Pude realizar entrenamientos a atletas y formación de entrenadores. Gracias a esto, pude conocer a muchos formadores y atletas. Ellos me enseñaron mucho sobre cada región: política, economía, historia, cocina, danzas del Perú, la cultura inca y su lenguaje. En la actualidad, mantengo el contacto con muchos de ellos. Estas amistades son un tesoro que he ganado gracias a estas experiencias.

El año pasado, visité Lima después de 31 años. Pude reencontrarme con mis ex alumnos en el Centro atlético de Barranco donde solíamos entrenar. Luego comimos ceviche, tomamos cerveza y pasamos un grato momento de confraternidad. Sentí que aún en el Perú, había un lugar al que yo pertenezco. Y por eso, quiero expresar un agradecimiento especial a mis amigos peruanos. No hay ni un solo día en el que no piense en el Perú.

Aunque esté en Japón, yo los mantengo en mi corazón, con un sentimiento de respeto y estima muy especial.

Concentración en Huacachina, Ica

Foto4: La actividad favorita de los atletas. Nos alojamos en las instalaciones deportivas de la ciudad. El atleta con short anaranjado es el Sr. Ricardo Valiente, olímpico piurano del Seúl 1988.